EMOCIONES DE UN GRATO DIA

Veo emociones… fracasos y éxitos pululando por mi alrededor…
Veo vegetación y pájaros dando vueltas sin cesar… volando libres por los aires intensos y puros del cajón…
Flores natural y perfectamente dispuestas por doquier y me pregunto quien ha sido el gran diseñador que pudo organizar tan delicadamente semejante paisaje.

También veo personas transitando como robots motorizadas en máquinas con ruedas, precisando y restringiendo el tiempo justo para llegar a su próximo compromiso… y me pregunto….
Vale la pena?
Para que auto imponerse un ritmo tan devastador y aniquilante de nuestras propias vidas?
Hasta cuando podremos seguir sobreviviendo de esta forma?
Llegará un día en que transitemos por la vida sin mas preocupaciones que nuestra verdadera felicidad?
Seremos capaces de cumplir nuestros sueños antes de fenecer en el intento?

Y así… miles de cuestionamientos y conclusiones forzadas por el ritmo de vida ridículo que llevamos.
En fin… para que trabajar tanto si no tenemos tiempo ni espacio para disfrutar de nuestros “triunfos” económicos? O cuando llega el momento y tenemos el espacio…vemos alrededor y recién ahí nos percatamos que no tenemos a nadie a nuestro lado que pueda compartirlo y disfrutarlo porque ellos andan tanto o mas preocupados de obtener éxito material… que absurdo, pero seguimos el mismo ritmo.

Se me viene a la mente una ciudad sureña donde la gente vive mas tranquila, almuerza en su casa con sus hijos y vuelve al laburo para terminar su jornada y regresar a su casa relajadamente a disfrutar de la novela junto a su familia.

Será un problema sólo de este Santiago loco? O será su gente que no se da cuenta que esta perdiendo su vida… que se siente conforme con el paseo de fin de semana a un centro comercial.. que no tiene áreas verdes para que jueguen sus hijos y que durante la semana son educados por la nana.

Que pérdida de tiempo… como un altar de sacrificio gigante donde somos actores pero sin paga. Quien vería esta novela? En realidad vemos cosas peores en televisión.